“Peter Lilienthal es un mago del cine. Domina el truco de extraer chispas de poesía de las banalidades de la vida cotidiana y las catástrofes políticas del siglo”, afirma el periodista de cine Michael Töteberg-. ¿Quién es ese mago?

Nacido en Berlín, en 1929, el cineasta, director y guionista Peter Lilienthal proviene de una familia judío alemana.
En 1938, un mes después de la “Noche de los cristales rotos”, llega a Montevideo, a la edad de nueve años, con su madre, huyendo del régimen nazi, y luego del fallecimiento de su padre.

A fines de la década de 1940, después de terminar el secundario, Lilienthal comienza a estudiar Historia del Arte, Derecho y Musicología en la Universidad de la República, y paralelamente en el Cine Club Universitario, con películas de Vittorio de Sica y Jean Vigo; empieza su pasión por el cine.

Junto con algunos amigos y colegas, da los primeros pasos en el mundo cinematográfico, rodando, alrededor de 1950-53, varios cortometrajes de crítica social, especialmente sobre problemas de la población rural y la situación de las empleadas domésticas.

En 1954, Lilienthal regresa a Alemania; estudia en la Universidad de las Artes de Berlín (Hochschule der Künste Berlín) y rueda su primer documental para la televisión, en 1958.

Después de varias producciones importantes para la televisión como por ejemplo “Malatesta” de 1970, es cofundador de la Editorial de Cine de los Autores (Filmverlag der Autoren) y una de las principales figuras del Nuevo Cine Alemán, junto con Alexander Kluge, Edgar Reitz, Rainer Werner Fassbinder, Hark Bohm y Wim Wenders, entre otros.

Su carrera cinematográfica es una prolongación de su experiencia de vida con filmes sobre lo latinoamericano, el autoritarismo, los exilios, y su ascendencia cultural judía.

En una entrevista del año 2004, Lilienthal explica el origen de los temas que ha abordado en su trabajo cinematográfico: “Yo me crié en Uruguay, una de las democracias más antiguas de América Latina, que fue barrida de forma totalmente sorpresiva por un golpe militar.

Esta experiencia se refleja en los personajes de mis películas. Siempre se trata de personas que no han nacido para ser héroes; personas apolíticas que se ven sorprendidas por las circunstancias y desarrollan un ansia de supervivencia. Así ocurre en la mayoría de mis películas. Los conflictos políticos se desarrollan en la vida privada, en la familia, no en las altas esferas políticas”.

Esta visión se pone de relieve en su película “David” (Ganadora del Oso de Oro en Berlín, 1979), con la que comienza la retrospectiva. En la Alemania Occidental fue el primer largometraje de ficción que trata sobre el Holocausto; basado en una familia judía en el Tercer Reich de Hitler.

“Todas mis películas sobre América Latina están relacionadas con Uruguay, ya sea directa o indirectamente. En particular la película Das Autogramm (El autógrafo). Aunque la rodamos en Portugal, recuerda en todos sus detalles a una pequeña ciudad uruguaya, y sobre todo, por supuesto, al terror político bajo la dictadura”afirmó Lilienthal en el año 2009.

Construyendo puentes hacia América Latina, Lilienthal filma varias películas con temas decididamente políticos, donde se destacan:“La Victoria” de 1973, (sobre la emancipación de una joven chilena en la época de Allende); y “En el país reina la calma” (Es herrscht Ruhe im Land) de 1976, sobre las brutales consecuencias del golpe militar, y ambas en estrecha colaboración con el escritor chileno y amigo Antonio Skármeta, quien, en los años 70 vive su exilio en Berlín.

Con él realiza también “La insurrección” (Der Aufstand, 1980), sobre el compromiso de un guardia nacional con la revolución sandinista en Nicaragua y “El ciclista de San Cristóbal” (Der Radfahrer vom San Cristóbal, 1987), sobre la premiación corrupta en el ámbito del deporte.

Su obra también se vincula con el escritor argentino Osvaldo Soriano, exiliado en Bruselas y París durante la dictadura militar en su país, y basado en su libro
“Cuarteles de Invierno", filma “El autógrafo” (Das Autogramm,1984), enfocado en los abusos a los que son sometidos un bandoneonista y un boxeador por la autoridad militar del pueblo.

Para el caso, valen las palabras de Skármeta sobre el cineasta: “Lilienthal no elige como protagonistas a los grandes héroes de la historia, sino a personas soñadoras o castigadas por los golpes del destino”.

Eso también se puede ver en su documental “Camilo - El largo camino hacia la desobediencia” (2007) en que Lilienthal destaca la protesta abnegada de un sector de pacifistas que enfrentan a los responsables de la violencia, creando así una futura Promesa de Paz.

El camarógrafo de “El autógrafo” y otras de sus obras, Michael Ballhaus, renombrado profesional en Hollywood, quien trabajó además con Rainer Werner Fassbinder y más tarde con Martin Scorcese y Francis Ford Coppola, remarcó su admiración por la obra de Lilienthal, por su compromiso político, señalando que: “cuando se trataba de la realización, discutían mucho y fuerte”, porque Ballhaus tenía la impresión que Lilienthal:“no pensaba tanto en imágenes y ritmos” a la hora de filmar, remarcando de alguna manera que es un autor que no se somete y mantiene sus criterios de independencia.

Peter Lilienthal recibió varios premios, nacionales e internacionales. Fue distinguido por su obra completa con el Premio de Honor en el Festival de Cine de Múnich de 2009 y recibió, en 2012, la Medalla Carl von Ossietzky de la Liga Internacional para los Derechos Humanos.

Como director fundador de la Sección de Cine y Arte Audiovisual de la Academia de las Artes de Berlín (Akademie der Künste Berlin), ejerció una gran influencia en la política cinematográfica.

En la actualidad, sigue enseñando en la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín (Deutsche Film- und Fernsehakademie Berlin /DFFB), y el 29 de octubre de 2019 se inauguró elArchivo Peter Lilienthal en la Akademie der Künste de Berlín.

Peter Lilienthal, este“berlinés con algo de montevideano”, vive actualmente en Munich, y cumple 90 años de edad, el 27 de noviembre.

Apoyan Fundación Rosa Luxemburgo, Goethe-Institut Montevideo, DAAD (Servicio Alemán de Intercambio Académico), Fundación Friedrich Ebert Montevideo, ECU, Deutsche Kinemathek, Fundación Edgar Reitz, Von Vietinghoff Films, Embajada de Alemania Montevideo.